Comunidad de Madrid líder en contagios. Son ya más de 600 los profesionales sanitarios los que reclaman a la presidenta Díaz Ayuso un decálogo de decisiones ejecutivas contra el COVID


 Madrid, 1 de septiembre de 2020. Profesionales sanitarios de todas las categorías iniciaron el pasado fin de semana una recogida de firmas para plantear a la presidenta de la Comunidad de Madrid la necesidad de aplicar de manera urgente un decálogo de medidas para actuar contra la lamentable evolución de la pandemia de COVID 19.

El escrito fue entregado ayer a la presidenta, miembros de su Gobierno y portavoces sanitarios de los distintos grupos políticos de la Asamblea de Madrid refrendado por más de 600 firmas recogidas en 48 horas, proceso que sigue abierto y continúa creciendo.

El documento, titulado “Decálogo contra la COVID-19 en la Comunidad de Madrid: una llamada para actuar”, dice lo siguiente:

“La infección por COVID-19 está repuntando en la Comunidad de Madrid. Aumentan las personas contagiadas, los ingresos hospitalarios y en las unidades de cuidados intensivos, mientras la atención primaria carece de los medios para atender con rapidez a todos los sospechosos de COVID-19 y no puede atender bien las visitas no relacionadas con la COVID- 19 y en la atención hospitalaria se comienzan a suspender las intervenciones no urgentes.

Ante este panorama, con la posibilidad de un nuevo colapso en el sistema sanitario, un grupo de sanitarios preocupados por la marcha de los acontecimientos, y acogiéndonos al derecho a la participación ciudadana, reclamamos al Gobierno de la Comunidad de Madrid la adopción URGENTE del siguiente decálogo de medidas necesarias para la contención de la COVID-19, al margen de las medidas extraordinarias de restricción de la movilidad o de reunión que exija la situación actual:

1. Apertura de todos los centros de salud y de los consultorios locales y refuerzo de sus plantillas, para dotarles de los medios para atender los casos sospechosos de COVID-19 y el resto de problemas, lo que supone la incorporación de un 20% más de profesionales sanitarios a la plantilla de atención primaria del Sistema Madrileño de Salud (anual, indefinido) y el refuerzo de las líneas telefónicas y de los administrativos.

2. Contratación de rastreadores para la detección de contactos estrechos, en número de 30 por 100.000 habitantes, es decir, entre 1.700 y 2.000 (contratos anuales, indefinidos). Estos rastreadores deberán integrarse en las plantillas de salud pública, de manera funcional o estable para su movilización y respuesta rápida.

3. Establecimiento de las zonas básicas de salud como unidades de coordinación de las actividades de atención primaria, salud pública y los servicios sociales para hacer posible el uso eficiente de los recursos desde una perspectiva de trabajo comunitario.

4. Refuerzo de los servicios centrales y las unidades técnicas de salud pública con, al menos, 40 técnicos de salud pública (vinculación permanente; fuera de situación de pandemia este personal realizará otras tareas de salud pública, como la promoción de salud, prevención, vigilancia de enfermedades crónicas, etc.).

5. Suficiente capacidad para analizar pruebas PCR en los laboratorios del SERMAS para la detección de todos los casos entre aquellos con síntomas y entre los contactos estrechos, así como en los cribados selectivos en poblaciones específicas en ámbitos geográficos muy localizados.

6. Garantías para que los casos positivos se aíslen y los contactos estrechos guarden cuarentena sin sufrir perjuicios económicos: facilitar apoyo económico y social, y habilitar espacios para alojar a quienes no puedan aislarse o guardar cuarentena en su domicilio.

7. Plan de preparación de los hospitales, con apertura de todas las camas cerradas, circuitos separados para la COVID-19 y el resto, refuerzo de personal y optimización de todos los recursos.

8. Plan de contingencia continuado en las residencias de personas mayores para garantizar su salud, bienestar y seguridad.

9. Garantía de la seguridad de todos los trabajadores, especialmente los sanitarios, personal de centros sociales (residencias, etc.) y otros trabajadores esenciales, así como aquellos en trabajos más precarios, como los trabajadores temporeros de la agricultura (equipos de protección individual, limpieza intensiva de lugares de trabajo, alojamiento decente y condiciones de higiene, etc.).

10. Plan de actuación para los establecimientos docentes para garantizar que las actividades presenciales se llevan a cabo con las mínimas posibilidades de contagio.

Estas medidas recomendadas suponen un gasto total de alrededor de 400 millones de euros, que puede sufragarse con creces con una parte reducida de los aproximadamente 2.250 millones que la Comunidad de Madrid ha recibido o recibirá del fondo extraordinario aprobado por el Congreso para la COVID-19.

Creemos que este decálogo constituye un conjunto de medidas mínimas indispensables para poder contener o frenar el crecimiento de la infección por COVID-19 en la Comunidad de Madrid. Sin la aplicación de estas medidas tendremos que volver indefinidamente a políticas de confinamientos periódicos, con las consecuencias tan negativas que tienen para todos.

Además, solicitamos:

·       La constitución de un comité científico COVID-19 asesor para la Comunidad de Madrid, con profesionales independientes con experiencia y conocimiento, que evalúe la situación e informe del desarrollo de estas y otras medidas necesarias para la contención de la pandemia y monitorice su cumplimiento y sus resultados.

·       El establecimiento de unos indicadores públicos y transparentes, de actualización diaria, que sirvan para orientar todas las medidas para la contención de la COVID-19.

La pandemia ha causado muertes, sufrimiento y secuelas que, en parte, podían haberse evitado, y han supuesto un enorme esfuerzo para los profesionales sanitarios que todavía no se han recuperado. Es URGENTE que el Gobierno y el parlamento regionales adopten estas medidas que doten de manera adecuada y suficiente al sistema sanitario para evitar nuevas muertes y sufrimiento, tanto por la COVID-19 como por problemas de salud no atendidos que ahora serían imperdonables. Es URGENTE actuar por imperativo sanitario, y también porque es preciso recuperar el dinamismo social y la actividad económica de los que dependen el bienestar de las personas y de la sociedad.

Cada día que no se actúa supone más muerte y más dolor, HAY QUE ACTUAR YA”.


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