Si fuera posible hacer un agujero debajo de nuestros pies que recorriera en esa dirección 12.742 kilómetros, llegaríamos al extremo opuesto de la Tierra, a nuestras antípodas.
Las antípodas de la Comunidad de Madrid se encuentran en la Isla Norte de Nueva Zelanda (North Island en inglés, o Te Ika ā Maui, 'El Pez de Maui', en maorí). Tiene un superficie de 113.700 kilómetros cuadrados y 3.150.000 habitantes. Si lo comparamos con la Comunidad de Madrid que tiene 8.020 kilómetros cuadrados y 6.500.000 habitantes; observaremos, que tenemos una superficie 14 veces más pequeña y más del doble de población, por lo que podemos deducir que Isla Norte es una región muy despoblada, con núcleos de población bastante grandes: Wellintong, la capital de Nueva Zelanda, tiene 360.000 habitantes, y Auckland, situada en el golfo Huaraki, supera el 1.300.000 vecinos. De hecho, lo predominante son las montañas, hay dos picos de más de 2.500 metros de altitud, una meseta volcánica central y grandes valles muy favorables para la agricultura.
El sistema de salud de Nueva Zelanda ha cambiado en los últimos 20 años, desde un modelo esencialmente público en el siglo XX, ha evolucionado a un sistema mixto público-privado. Nueva Zelanda dedica el 8,7% de su PIB a sanidad (muy parecido al de España que dedica el 8,4% de su PIB), allí el 77% es gasto público, mientras que en nuestro país el gasto púbico en sanidad alcanza el 71,5%.
Hay un organismo gubernamental denominado Agencia de Gestión Farmacéutica (PHARMAC) que decide en las Juntas de Salud de Distrito que medicamentos están subvencionados para uso en la comunidad y en los hospitales públicos. Para los genéricos aplica modelos de subastas por tres años y precios máximos de referencia. Los medicamentos financiados requieren copagos por parte de los usuarios, aunque por razones sociales existen algunas excepciones. Desde julio de 2012 el Gobierno aplica unos Acuerdos de Servicios de Farmacia que incorporan retribuciones extra para los farmacéuticos que hacen controles de farmacovigilancia en tratamientos de larga duración, comorbilidades o problemas de adherencia al tratamiento. Los farmacéuticos trabajan conjuntamente con los médicos y enfermeros del sistema público. Existe, por otra parte, la figura del farmacéutico prescriptor con habilidades reconocidas en conocimiento clínico y farmacológico aunque tienen limitadas las funciones de diagnóstico. El Consejo de Farmacia (Pharmacy Council) registra a los graduados farmacéuticos para la práctica profesional, promueve la formación continuada y determina los ámbitos de práctica de los farmacéuticos. Nueva Zelanda cuenta con 1.175 farmacias comunitarias con 9.500 empleados y una facturación media por farmacia de 1,43 millones de euros (calculado al cambio de enero de 2015). Desde 2004 un farmacéutico puede ser propietario de hasta cinco oficinas de farmacia. En la actualidad existen dos tercios de farmacias independientes y el resto esta estructurado en cadenas.
Pablo Martínez Segura, 25-01-2015.
Publicado en el Blog del COFM el 26-01-2015
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