NP - 04-04-2016. Hospital de Torrejón, un “verso suelto” del SERMAS que perjudica a sus trabajadores
- AMYTS solicita una reunión urgente con el consejero de Sanidad Jesús Sánchez Martos, para que exija a Sanitas, empresa adjudicataria de la gestión, que aplique los mismos criterios laborales del resto de los hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).
El
Hospital de Torrejón es uno de los inaugurados en la etapa de
Esperanza Aguirre según el modelo PFI. Una empresa privada diseña,
financia, construye y gestiona un centro que asume la atención
sanitaria especializada de una área de población a cambio de una
cuota que paga la Administración por cada habitante adscrito, y
dispone de un plazo de 30 años para rentabilizar su inversión. Tras
ese periodo en el que la infraestructura queda anticuada y obsoleta,
el hospital revierte al sistema sanitario público. En el caso del
Hospital de Torrejón de Ardoz, Ribera Salud, la empresa
adjudicataria de la concesión, la misma que en la Comunidad
Valenciana gestiona los hospitales de Alzira, Vinalopó, Torrevieja y
Denia, vendió su participación a la aseguradora británica Sanitas
un año después de la inauguración. Con
el cambio de gestor los profesionales del Hospital de Torrejón
salieron perdiendo. Sanitas no respetó las retribuciones que habían
pactado con Ribera Salud y endureció de manera significativa las
condiciones laborales. Como consecuencia, en los dos años siguientes
se ha producido un éxodo masivo. En el caso de los médicos, 47
especialistas, un 20% de la plantilla, ha abandonado voluntariamente
el centro, lo que ya ha sido denunciado por AMYTS.
Todo
ha ido a peor
Torrejón
es un “verso suelto”, un verso que no rima con el resto de los
hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). La Consejería
de Sanidad de la Comunidad de Madrid es la que lo financia y tiene
las facultades para inspeccionar y regular su normal funcionamiento.
Por ello AMYTS, en representación de los facultativos de los
hospitales públicos de gestión indirecta, ha solicitado una reunión
urgente con el consejero de Sanidad, para exponerle los hechos que,
según parece, por sus propios medios de control no ha detectado.
Urge
que la Consejería llame al orden a Sanitas para evitar que la
situación se enquiste y derive en un conflicto laboral grave.
¿Qué
está pasando?
En
los tres últimos años se han producido 43 despidos y/o sanciones
graves en el hospital de Torrejón, de los cuales, 10 correspondieron
a facultativos. En estos 10 casos que afectaron a los facultativos,
Sanitas como accionista mayoritario y gestor principal del hospital,
aceptó la improcedencia de los despidos, incluso en los que
previamente había abierto expediente contradictorio.
Es
excepcional en el resto del ámbito sanitario, tanto público como
privado, que los profesionales sean despedidos con tanta ligereza y
sin causas objetivas, más allá de la libertad empresarial. Esto nos
hace pensar si no se estarán ajustando los gastos de personal a base
de recambiar profesionales antiguos por otros nuevos, con contrato
más barato.
Por
otro lado, existe un trato empresarial diferente entre los distintos
servicios médicos, en función de su rentabilidad, es decir, de su
capacidad de captar pacientes. Sólo crecen aquellos con proyección
económica. Otros se mantienen por la obligación que establecen los
pliegos de condiciones de la concesión administrativa, pero con la
mínima inversión posible. ¿Cómo puede ser que servicios
esenciales para cualquier hospital, como por ejemplo, Endocrinología,
que se encarga de toda la nutrición hospitalaria, Hematología, que
gestiona el banco de sangre, imprescindible para mantener los
quirófanos abiertos, u Oncología, que lleva el peso del hospital de
día de quimioterapia, cuenten con apenas 2 ó 3 facultativos?
Podemos
entender que los resultados financieros son importantes para las
empresas que gestionan de forma indirecta los recursos de la
ciudadanía, pero ello no puede chocar con los intereses del servicio
público: No puede anteponerse el beneficio económico a la calidad
asistencial.
La
situación ha llegado a un punto insostenible para los profesionales
de Torrejón, que perciben una gran inseguridad laboral, que se suma
a la gran presión asistencial que soportan. Todo ello tiene como
consecuencia un pésimo ambiente laboral, de desencanto,
insatisfacción y amenaza por el despido arbitrario.
Recordamos
que Torrejón es un hospital público y que debe rendir cuentas a la
Administración madrileña. Sin embargo, a esta última sólo parece
importarle el resultado final, es decir, las listas de
espera,
la estancia media, etc. No se han realizado auditorías ni
investigaciones sobre los medios para conseguir estos números, es
decir, de las ratios de profesionales según población, de la
sobrecarga laboral, subcontrataciones, etc. Los profesionales de
Torrejón se sienten desamparados por la Consejería, sienten que
nada le importan a la Administración sus condiciones laborales, ni
el maltrato empresarial que sufren.
Desde
AMYTS hace meses que solicitamos, al igual que la oposición política
de la Asamblea de Madrid, que se investigue el funcionamiento interno
de Torrejón, y nada se ha hecho. Las encuestas de calidad percibida
van en descenso continuo, el recambio de profesionales es alarmante,
y el único discurso que reciben los profesionales es el de la
contención del gasto.
¿Por
qué la consejería no hace nada tras las varias denuncias públicas
de AMYTS? ¿Está Sanitas preparándose para abandonar el hospital
abaratando los costes? En cualquier caso, la gestión de Sanitas está
siendo devastadora para los profesionales: despidos, dimisiones,
dificultades para el recambio, sobrecarga laboral, caída de la
calidad percibida por los pacientes. Este hospital no se parece en
nada al que se inauguró hace más de 4 años, y las cosas cada vez
van a peor.
Los
profesionales reclaman un cambio, una racionalización de las cargas
laborales y mayor control por parte de la Consejería.
Aclarar
dudas
Uno
de los objetivos perseguidos por AMYTS en su reunión con Sánchez
Martos es solicitar información de primera mano sobre las
intenciones de la Consejería con respecto Hospital de Torrejón. En
el centro son varias las voces, que se atribuyen conexión directa
con los órganos ejecutivos del Partido Popular en la Comunidad de
Madrid, que aseguran que el Gobierno de Cristina Cifuentes no está
interesado en que Sanitas se mantenga como gestora del centro. Esas
mismas fuentes indican que la presión sobre Sanitas, que ésta a su
vez proyecta sobre sus trabajadores, tiene como objetivo forzarla a
vender su participación.
Para
AMYTS todo esto no son más que especulaciones y por ello exige
información veraz, que la Consejería de Sanidad asuma sus funciones
de control y que el Hospital de Torrejón, lo gestione quien lo
gestione, dado que forma parte del SERMAS,
funcione
de acuerdo a unos estándar laborales y asistenciales de calidad,
independientes de meros criterios económicos.
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