Los decretos de descuentos son “ataduras” que hay que liberar


Los antiguos griegos denominaban a las maldiciones “katadesmoi” que literalmente significaba “ataduras”. Se trataba de encantamientos maléficos escritos en tablillas de material no perecedero como plomo, piedra o cerámica con el fin de que fueran prácticamente eternos.
Las farmacias españolas sufren la doble maldición o “atadura” de los reales decretos 1.193/2011 y 8/2010 sobre deducciones a las oficinas de farmacia según su facturación, que oscilan entre un 7,8 y un 30 por ciento en función del volumen de ventas al Sistema Nacional de Salud. Algo semejante a una “peste” que carcome su viabilidad económica y obstaculiza su desarrollo profesional.
Sófocles (496 - 406 a. C.) fue una de las figuras más destacadas de la tragedia griega. La relación entre las maldiciones y la peste la recogió en su obra “Edipo Rey”. El drama se desarrolla en Tebas, ciudad gobernada por Edipo. La peste esta diezmando a sus ciudadanos. Los tebanos consultan a un oráculo y éste les explica que la maldición es un castigo de los dioses contra Edipo porque ha cometido los dos mayores pecados de la cultura occidental: el parricidio y el incesto; es decir, aunque sin saberlo, mató a su padre y está casado con su madre. Edipo horrorizado se arranca los ojos y abandona Tebas. La peste desaparece.
Sófocles buscaba con sus obras un sentido didáctico: El correcto comportamiento social, el que no trasgrede los tabús, es agradable a ojos de los dioses y se evita el castigo. En nuestro tiempo no puede decirse que la farmacia española haya cometido ningún pecado, aún sin conocerlo como Edipo. La doble maldición que carcome a las farmacias parece más bien producto de un error, de una falta de cálculo, con unas consecuencias ni siquiera atisbadas en su día por el legislador.
Uno de los empeños de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid esta siendo, precisamente, mantener viva la reivindicación de revisar la oportunidad de estos descuentos. Implantados en su día, vía real decreto ley, como “medidas urgentes y extraordinarias” para contener el gasto público farmacéutico, han desaparecido las causas que los motivaron y carece de sentido mantener la “maldición”. El objetivo es una sensibilización, dirigida a los legisladores y hay que agradecer la posición del consejero de Sanidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, que se ha mostrado dispuesto a llevar la voz de los farmacéuticos a foros políticos a los que nosotros no tenemos acceso directo.
En la imagen una representación de la tragedia de Sófocles en Reino Unido.

Pablo Martínez Segura, 06-07-2017.
Enviado al  BLOG del COFM, no publicado.

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