Adolfo
Llopis Castelado, nacido
en
Elche (Alicante), en fecha que no hemos sido capaces de determinar,
y fallecido en Barcelona el 19 de junio de 1934, sabemos que
estudió Farmacia
en la Universidad Central de Madrid
entre 1880 y 1886 y que alcanzó el grado de doctor. La Junta General
Ordinaria del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid celebrada
el 4 de junio de 1922 lo eligió como presidente, cargo del que
dimitió el 28 de enero de 1923 “por sus muchas ocupaciones, que no
le permiten atender el cargo como se merece y él quiere”.
Con
farmacia y laboratorio en la calle Ferraz 3, podemos considerarlo un
farmacéutico emprendedor, fabricante de varios preparados que
alcanzaron éxito y fama entre los que se encontraban Oxina
(jugo de carne concentrado), Piperazina
granulada
(disolvente del ácido úrico) e Histógeno
(reconstituyente), posiblemente uno de sus productos más conocido
aunque fue objeto de varios pleitos por sus derechos de propiedad
industrial de los que salió bien parado. El Histógeno
Llopis
era reconstituyente excelente según se recoge en la revista “La
Farmacia Española” del 11 de abril de 1912,
en varias declaraciones de eminentes médicos. El Dr. Alfredo Luis
Lope, director clínico del Dispensario Antituberculoso de Lisboa
indicaba “tengo usado con provecho el Histógeno
de A. Llopis en las enfermedades que está indicada la administración
de fósforo arsénico orgánico. Lo considero por eso un tónico
excelente e insustituible en todos los casos de anemia, consunción,
en los primeros periodos de la tuberculosis, debilidad orgánica,
etc.” Entre otros testimonios, el Dr. Royo y Villanova, catedrático
de la Facultad de Medicina de Zaragoza, en su estudio de patología y
clínica de la corteza cerebral, señalaba ”recomiendo el uso del
Histógeno
Llopis como tónico por excelencia del sistema de inervación”.
Adolfo
Llopis ganó muchísimo dinero con los preparados de su laboratorio,
lo que le llevó a construirse, entre 1912 y 1915, una vivienda
laboratorio en el paseo de Rosales 8, que según recoge Eduardo
Valero en su blog “Historia
Urbana de Madrid”,
fue encargado al arquitecto modernista catalán Marcelino Coquillat i
Llofriú. Hay una detalladísima descripción del edificio en la
providencia de ejecución de la hipoteca del mismo, como garantía de
una deuda de 249.000 pesetas, más intereses y costas, publicada en
el “Boletín
Oficial de la Provincia de Madrid” del 17 de marzo de 1949.
Las
imágenes proceden de la
web Todo Colección,
que tiene a la venta distintas botellas del Histógeno
Llopis.
Pablo Martínez Segura, 05-03-2017.
Publicado en el BLOG del COFM el 23-03-2017
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