De montes de Fuencarral y Hortaleza a Real Academia


Los farmacéuticos madrileños conocen sobradamente que la sede de la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF), en la calle Farmacia 11, fue anteriormente, hasta 1944, la Facultad de Farmacia de la Universidad Central.

En 1826 Agustín José de Mestre, presidente de la Junta Superior Gubernativa de Farmacia, giró una circular a todos los farmacéuticos españoles solicitándoles ayuda económica para establecer dignamente las enseñanzas que se impartían en el Real Colegio de Farmacia de San Fernando; con el producto de la recaudación se compraron tres casas en Madrid, dos en la calle del Barco, donde se ubicó el Colegio y otra en la antigua calle de San Juan, hoy de la Farmacia, donde se instaló el jardín botánico y los laboratorios. Se envió al boticario Chalazón a Francia para adquirir material docente y se inauguraron en 1830; en el solar de la calle San Juan se construyó un edificio de nueva planta que albergaría la Facultad de Farmacia desde 1845.

La calle de La Farmacia, anteriormente de San Juan y también de San Juan Bautista, aparece en el Planode Madrid de Pedro de Texeira (1656) y también en el planode Antonio Espinosa de los Monteros (1759). En la obra “Las calles de Madrid. Noticias, tradiciones y curiosidades”, de Hilario Peñasco de la Puente y Carlos Cambronero, (1889), refieren a finales del siglo XIX, que el cambio de denominación de la calle se debe a la presencia de la Facultad de Farmacia y también que existian en la misma construcciones particulares de 1754.
Las noticias más remotas sobre esta calle las encontramos en el libro “Origen histórico y etimológico de las calles de Madrid” de Antonio Capmany y de Monpalau, que aunque publicado en 1863 fue escrito a principos del siglo XIX. Capmany (Barcelona 1742 – Cádiz 1813), fue un erudito militar, filósofo, historiador, economista y político. Colaborador de Pablo de Olavide en el proyecto ilustrado de traer familias centroeuropeas para repoblar Sierra Morena, en 1770 publicó su gran obra en cuatro volúmenes, “Historia del comercio y las artes de la antigua Barcelona”. Participó en las Cortes Constituyentes de Cádiz en 1812 como diputado por el Principado de Catalauña y fallecio en esa ciudad atlántica en 1813 victima de una epidemia.
En su obra sobre las calles de Madrid, con respecto a la San Juan, explica: “Todo este terreno lo ocuparon los empinados montes de Fuencarral y Hortaleza, donde estaba el somo de sus labores, como lo dice la historia del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, y a cuyos pueblos se indemnizó, aunque no del todo, cuando empezó el desmonte para el ensanche de Madrid por la parte Norte, cuando la villa hizo tantos esfuerzos para que el Rey D. Felipe II trasladase a ella la cortes desde Valladolid, donde la tenía establecida. Arrancándose los arboles, los viñedos, derribando también las cabañas de algunos colonos; y en el terreno espacioso que había cerca del lazareto, fueron edificándose casas, porque Madrid ya se componía de más de cuarenta mil personas, y era preciso que hubiera más de doce mil viviendas”.

En la ilustración, el retrato de Antonio de Capmay en litografía de Eusebi Planas que se conserva en la Biblioteca Nacional, flanquedo por una alegoria de los montes del siglo XVI y la RANF de la actualidad.

Pablo Martínez Segura, 02-05-2018

Publicado en COFM BLOG: 28-05-2018

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